transformamos besos en inquietudes,
nos encerramos en aceros ajenos y creimos hacer lo correcto
caminamos por deseos volátiles
extendimos nuestros brazos y tocamos extraños cuerpos.
arrastrándose, desvaneciéndose...
nos hundimos en carencias y transbordamos, por un miedo
un miedo latente, siempre desvariandonos, alucinandonos.
desesperados, vagando en un cielo egoísta.
Y encontramos un lugar lleno de vacíos,
bocas despedazadas, infectadas, que mordiamos
mientras permanecia el mundo en quietud.
y ni tu, ni yo...
ni el mudo dejo de distancia nos aconsejo...
Ahora los ferrocarriles ahogados de desesperanza
avanzan resueltos a una soledad enchida de rumor,
tu mirada quieta,
¿que se hizo?
un sol puesto en el espacio
mientras mis pies enraizaron en la tierra.
la obra cuenta con los derechos del autor
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